jueves, 10 de febrero de 2011

Falleció “Chito” Martínez, el fotógrafo de La Banda

La comunidad se encuentra consternada tras la desaparición física del emblemático reportero gráfico. Trabajó en El Liberal, el Nuevo Diario y medios de tirada nacional. Sus restos son velados en Belgrano y Alsina de la ciudad Capital.

Foto: La banda Diario
Este mediodía se conoció la triste noticia del fallecimiento de Jesús del Carmen “Chito” Martínez el hombre que retrató a La Banda y descubrió sus más grandes secretos. Reportero gráfico de profesión (pues no permitía que le llamen fotógrafo) se dedicó al periodismo desde muy joven y esa vocación por la búsqueda de noticias la llevó en su corazón hasta el final de sus días.
 
Cuando tenía sólo 20 años y aún  siendo empleado del Correo ”Chito” tomaba fotografías  y las entregaba a modo de colaboración en el  diario El Liberal , siendo su especialidad las noticias policiales. Cuando se acercaba a tomar las imágenes con su cámara, de inmediato solicitaba los datos  del hecho y así comenzó a darle forma a sus primeras crónicas.
 
Siempre recordaba que su primera nota impactante fue la muerte de dos mochileros en las aguas del canal Matríz, él estuvo en el lugar durante la tarea de rescate y la crónica fue publicada.  Así cosiguió que llegara la propuesta de sumarse al equipo de trabajo del diario y dejar definitivamente su labor en el correo.
 
“Chito” no sabía  de horarios, él siempre estaba porque las noticias parecían buscarlo. Aún en sus últimos días y con 66 años de vida, estaba imformado de todo cuanto acontecía en la ciudad, pues los mismos bandeños se encargaban de avisarle sabiendo que esos datos serían publicados en algún medio de comunicación.  
 
En su pequeño y humilde laboratorio de fotografía atesoraba momentos que marcaron su vida; y su evidiable memoria hacia que contara anécdotas increíbles como un encuentro con el joven Leo Dan que daba sus primeros pasos en el espectáculo o las caminatas y charlas interminables con Domingo Bravo, por nombrar algunas.
 
Su consagración 
 
“Chito” siempre fue muy respetado por sus colegas periodistas, no así por las autoridades de los medios donde trabajó y sobre todo aquellos que tenían el poder de decidir que se publicaba o no en el diario y esa situación le generaba impotencia y bronca, sobre todo cuando la noticia era importante.
 
Su consagración como investigador periodístico llegó cuando descubrió que el doctor Josef Mengele un médico de la SS había vivido en La Banda, luego de la caída del régimen de Adolf Hitler.
 
“Chito” relató que Mengele se encubrió bajo el nombre de Adolfo Ascher. En 1985 un peluquero le contó que tenía como cliente a un alemán que vivía en una finca cercana al ferrocarril.Esto le despertó curiosidad ya que había pasado poco tiempo del anuncio de su muerte en Brasil.
 
Así comenzó a averiguar entre vecinos y estableció que Ascher se había ido de Argentina tras la caída del gobierno de Perón y decidió establecerse en el país vecino. Por supuesto, la noticia tuvo trascendencia mundial. Medios nacionales e internacionales se hicieron eco de ello .
 
Pero el tiempo pasó, muchos se olvidaron de Jesús Martínez,  y aunque él jamás reclamó nada existen deudas pendientes con este hombre que dedicó su vida a dibujar las imágenes con la luz de su cámara. Hoy La Banda despide a un grande  a “Chito” el que supo retratarla y amarla como nadie, a pesar de no haber nacido en esta tierra.      

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo