lunes, 19 de marzo de 2012

Algida reunión del Consejo Local de Seguridad

En una algida reunión del Consejo Local de Seguridad, los propietarios y choferes de taxis y radio taxis cuestionaron al Juez de Faltas, José Sánchez Gerez, el hecho de haber restituido varios vehículos que fueron secuestrados durante un operativo de tránsito.

Durante el encuentro que se desarrolló este lunes, en el Concejo Deliberante, los empresarios se mostraron complacidos por el operativo de la Dirección de Tránsito, cuyo personal procedió a secuestrar alrededor de 40 remises, la mayoría de estos porque no contaban con la habilitación correspondiente.

Sin embargo mostraron su descontento por el Juez de Falta, Sánchez Gerez, entregó varios vehículos porque las infracciones estaban mal confeccionadas. Por tal motivo se solicitó la presencia del abogado en el Consejo Local de Seguridad para que brinde una explicación.

El funcionario llegó al recinto deliberativo y en primer lugar sostuvo que "las actas fueron mal labradas y por eso se devolvió los rodados secuestrados", a la vez agregó, "desde ciudad Capital me explicaron que existe una prórroga para la habilitación por lo tanto no se justificaba su secuestro".

La declaración provocó un cruce entre Sánchez Gerez y las autoridades de tránsito quienes defendieron la labor de los agentes, "nuestros inspectores no son Mandrake para saber que existen determinadas ordenanzas o prórrogas en ciudad Capital. Ellos actuaron de acuerdo a las ordenanzas vigentes en la ciudad".

A la polémica se sumaron los concejales del Frente Cívico quienes también cuestionaron al Juez de Falta y consideraron que su proceder no habría sido el correcto.

Incluso el propietario de un remis manifestó, "no queremos pensar que algún empresario con peso haya ejercido presión para que los autos sean entregados"; afirmación que fue descartada de plano por las autoridades de la Dirección de Tránsito.

En este contexto los propietarios de taxis y radio taxis también solicitaron que se conformara una comisión para "investigar" si la determinación del Juez de Falta había sido la correcta, pedido que también fue descartada de plano.

Finalmente las autoridades de la Dirección de Tránsito expresaron que los operativos se continuarán desarrollando en distintos sectores de la ciudad, lo cual causó beneplácito en los trabajadores del volante.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo