jueves, 10 de marzo de 2011

Leo Bilansky: "En Argentina no hay provincias pobres"

“En  Argentina no hay provincias pobres, hay provincias donde desarrollar una actividad es más compleja y las cosas que parecen imposibles sólo cuestan un poco más”, fue la respuesta dada por Leo Bilansky (referente de la Federación Argentina de Jóvenes Empresarios) ante la consulta de la incertidumbre que viven algunos jóvenes al momento de decidir si emprender o no en Santiago del Estero.

Aprovechando su visita a La Banda, el empresario recorrió otros departamentos y esto le permitió sondear un poco más sobre la realidad de la provincia.

Al respecto argumentó:”Estuve recorriendo Santiago del Estero y descubrí mucha actividad agropecuaria, economías regionales, comercios, servicios; eso me da la pauta que oportunidades hay. Entonces, queda tratar de organizarnos y  entender que realizar emprendimientos en conjunto también puede generar grandes cosas”.

“Tenemos que romper eso del individualismo -continuó- y empezar a trabajar en equipo entendiendo que la competencia no está aquí en Santiago sino en China, Brasil, Europa, Estados Unidos y si cambiamos esa manera de ver las cosas será más fructífero para todos”, concluyó.   

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo