domingo, 3 de abril de 2011

El bruxismo, una amenaza dental

Este es un problema que aqueja al 80 por ciento de la población debido al ritmo de vida y a sus constantes cambios.
Por el odontólogo Hugo Rocha. Especial para La Banda Diario
El bruxismo es un hábito inconsciente de apretamiento o rechinamiento de los dientes  que está potenciado por ciertos estados emocionales como la ansiedad y el estrés.
Las consecuencias son múltiples, siendo las más importantes el desgaste dentario, contracturas, dolor muscular, disfunción de la articulación temporomandibular, dolor de cabeza, pérdida de la estética facial, sensibilidad de los dientes, fracturas dentaríais alteraciones del sueño.
Además, el bruxismo, por su grado de afectación muscular y articular, es un importante factor que contribuye al dolor orofacial crónico. Esta alteración puede afectar a todas las personas, hombres o mujeres, jóvenes o adultos e incluso a los niños.
Nos encontramos con dos tipos de bruxismo: el diurno y el nocturno.
El bruxismo diurno es el hábito de apretar los dientes durante el día, especialmente en situaciones de tensión emocional, es muy nocivo para las estructuras musculares y suele provocar contracturas y dolor muscular.
Para el bruxismo diurno se recomienda el control del hábito por parte del paciente. Ha de ser el propio paciente quien debe mentalizarse para detectar aquellos momentos en los que se encuentra apretando sus dientes. Puede ser que apriete mientras conduzca el coche, en el trabajo, en casa, etc.
Debe aprender a sustituir el hábito de apretar los dientes por otro tipo de movimiento que no sea nocivo.
El movimiento que se recomienda cuando se detecta el apretamiento de dientes es posicionar la punta de la lengua en el paladar, esta es una posición de relax mandibular que contrarresta el efecto nocivo de apretar los dientes.
El bruxismo nocturno es el hábito de rechinar los dientes mientras se duerme, es particularmente nocivo para las estructuras dentarias ya que provoca mucho desgaste de los dientes.
Para el tratamiento del bruxismo nocturno se utiliza un aparato intraoral denominado placa de relajación.
Se toman unos moldes de la boca del paciente y se construye, en resina acrílica, la placa de descarga que se ajustará, por lo general, a la arcada superior del paciente, la placa se utiliza de noche para dormir.
El objetivo de la placa de relajación es que aunque el paciente siga con su hábito de rechinamiento nocturno ya no desgastará sus dientes sino que desgastará la resina de la placa. La consecuencia del desgaste dentario por el bruxismo nocturno desaparece desde la primera noche en que se utiliza la placa.
Debido a que la ansiedad y el estrés son factores importantes en el mantenimiento de este hábito, se recomienda cualquier tipo de terapia para el control del estrés o la ansiedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo