martes, 26 de abril de 2011

“Jesús nos llama a cambiar nuestra mirada”

Así lo expresó el padre Ramón Bucci durante su homilía en la misa de Pascua de Resurrección.

Durante la celebración Eucarística, los jóvenes realizaron una dramatización. (Foto La Banda Diario).

Con un espíritu renovado, la comunidad perteneciente a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, celebró la Resurrección de Cristo. En la oportunidad el párroco Ramón Bucci invitó a las personas a tener una “mirada distinta sobre las cosas”.

La celebración eucarística empezó con el ingreso del Cirio Pascual, ante un templo totalmente a oscuras.

Seguidamente los jóvenes de la parroquia realizaron una puesta en escena, que consistió en un diálogo entre la “Luz” y la “Tiniebla”. Este momento sirvió para que los fieles reflexionarán sobre la importancia de la Resurrección.

Tras la lectura de la Palabra; el padre Bucci brindó su homilía. En la oportunidad destacó que Cristo resucitó, “y quiere mostrarnos su cercanía y nos dice que siempre estará a nuestro lado”.

A la vez agregó, “hay un detalle importante, su Resurrección fue dado a conocer en primer lugar a dos mujeres. Siendo que en aquella época la mujer estaba e el último escalón; sin embargo Jesús tuvo una mirada distinta y realzó la figura de la mujer”.

Sobre este punto añadió, “nosotros también deberíamos cambiar nuestra mirada. Nuestra mirada debe estar dirigida hacia los más humildes imitando de esta forma a Jesús”.

Finalmente el padre Bucci instó a los fieles a no estancarse, “todo lo contrario deben avanzar con optimismo”.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo