viernes, 1 de abril de 2011

Santiago Alvarado se dio el gusto de grabar con Leo Dan

El talentoso músico bandeño fue convocado por el mismísimo creador de “Celia”. En la oportunidad registraron una chacarera en homenaje a Carlos Carabajal.
Santiago Alvarado, en un alto de la grabación, junto a Leo Dan. (Foto gentileza Santiago Alvarado).
Santiago Alvarado, está pasando por uno de sus mejores momentos a nivel profesional. El pasado miércoles, grabó nada más y nada menos que con Leo Dan.
En diálogo con La Banda Diario el talentoso músico nacido en la Cuna de Poetas y Cantores comentó, “grabar con Leo Dan fue una experiencia inolvidable. Nunca me hubiera imaginado que él me convocara para grabar”.
Durante la jornada del miércoles “Santiaguito”, concurrió al estudio de grabación perteneciente a Sergio Dorado, “cuando Sergio Dorado me llamó y me dijo que Leo Dan quería yo grabara con él, no lo podía creer. Si bien ellos ya conocían mi trabajo, nunca me imaginé tener esta oportunidad”.
Sobre cómo fue grabar con el creador de “Celia”; “Estelita”; “Pídeme la luna”, entre otros señaló, “Leo es una persona muy humilde; me hizo sentir muy cómodo”.
Durante las horas que compartió el estudio Santiago, hizo los arreglos de varios temas, “grabamos un reggeton para la Mole Moli, donde toqué el acordeón. Luego grabamos varias chacareras, una de ellas un homenaje a Carlos Carabajal, donde también participaron Cuti y Roberto”.
Más adelante agregó, “también registramos varios temas con estilo de rock and roll. Fue una muy buena experiencia. Salvo en el tema a la Mole, en los demás ejecuté el piano”.
Finalmente Santiago Alvarado indicó, “para mí fue un placer y todo un orgullo haber grabado con un grande como Leo Dan”.
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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo