viernes, 2 de agosto de 2013

Luis Scrimini: "La situación de Matías es complicada"

Desde hace unos días, el piloto de motocross Luis Scrimini se encuentra en La Banda con el objetivo de reunir el dinero que le permita solventar el tratamiento de su hijo Matías Scrimini, quien se encuentra internado en grave estado en el Instituto Fleni. "El costo del tratamiento es muy costoso, se necesita cerca o más de un millón de pesos".
En diálogo con la prensa Luis Scrimini explicó que la situación de Matías es muy complicada y recordó, "estaba entrenando e inexplicablemente cayó".

A la vez resaltó el trabajo de los médicos quienes, "desde un primer momento la atención fue increíble".

Más adelante señaló que su hijo tiene una lesión neurológica y una contusión pulmonar, "sigue con pronóstico reservado y está en coma inducido".

También se mostró emocionado por el apoyo incondicional de la gente, del grupo de motocross, amigos y obviamente la familia, "quiero agradecer a todos los que nos ayudan de una forma u otra".

En relación al costo del tratamiento precisó, "necesitamos cerca o más de un millón de pesos, por eso abrimos una cuenta bancaria Citibank, cuenta corriente pesos, sucursal 011, José Hernández, Belgrano, Capital Federal. Número de cuenta: 5-161780-237 – CBU: 0167777-1 0005161780237-2 – CUIT: 20-08134344-7 a nombre de Luis Alberto Scrimini. Allí la gente puede depositar lo que pueda".

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo