Sarmiento le ganó a Guaraní Antonio Franco (MIS) por 2 a 0 y cortó una racha de 5 juegos sin victorias. Ávila sobre los 33' del PT y Serrano con un golazo a los 42' del ST, le dieron el triunfo al local.
Y La Banda está de fiesta. Sarmiento, en su casa y ante su gente, venció a Guaraní Antonio Franco de Posadas (Misiones) por 2 a 0. El "Profe" cortó una racha de cinco partidos sin halagos, comienza a salir de la zona de permanencia y ya piensa en lo que viene: la clasificación a la siguiente fase del Torneo Argentino "B".
El partido
Desde el inicio del partido, el elenco local salió con todo en busca del primer gol de la tarde bandeña. Los dirigidos por Adrián Kalujerovich ganaron desde mitad de cancha hacía delante y con Pablo Ledesma junto a Gregorio González como baluartes en ofensiva, marcó el rumbo del partido.
Guaraní, poco a poco fue creciendo e intentó llegar al arco de Orellana pero no creó una situación que inquietase al golero local. Justamente, el dueño de casa, estuvo cerca de marcar en un mano a mano del "Mono" González que desaprovechó ante el golero visitante. Sobre los 32' el primer gol llegó y con ello la tranquilidad luego de tanta busqueda. Muy buena jugada individual de Pablo Ledesma, quien llegó por el sector derecho y mandó el centro para que Pablo Ávila remate con potencia y establezca el 1 a 0.
En el final, los dirigidos por Telmo Gómez intentaron llegar a la igualdad pero el local se mantuvo firme y se fue al descanso con el resultado a su favor.
De cara a los segundos 45', Guaraní entró con variantes al campo de juego para intentar revertir la historia. Pese a intentarlo por intermedio de jugadas elaboradas y pelotas paradas, el equipo de la provincia de Misiones careció de eficacia para lograr su meta.
Sarmiento siguió con su misma mentalidad del primer tiempo y rápidamente recuperó terreno, volviendo a ser el protagonista del partido. El local tuvo muchas chances para ampliar el marcador pero recién a los 42' se encargaría de sentenciar el encuentro.
Jorge Serrano, con una jugada magistral y verdaderamente "maradoniana", tomó el balón desde mitad de cancha y comenzó a eludir jugadores de "La Franja". Al llegar al área, "Chiqui" remató con potencia y el balón se levó por arriba del arquero llenando las gargantes de gol de todo el estadio que aplaudió semejante obra maestra.
Con el 2 a 0, el "Profe" se encargó de esperar a un Guaraní que se desesperó pero que no pudo vencer a su rival. Sarmiento terminó festejando un gran triunfo que lo coloca expectante de cara a lo que viene, continuando con la alimentación de ilusiones de sus hinchas.
Fuente: ABCDeporte.com.ar
FOTO: Club Sarmiento
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ser bandeño
Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.
Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.
El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.
Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.
Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.
Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.
Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.
Autor: Mariela Lizondo
Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.
El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.
Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.
Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.
Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.
Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.
Autor: Mariela Lizondo
No hay comentarios:
Publicar un comentario