Estudiantes y Vélez de San Ramón no se sacaron ventajas, igualando 0 a 0 en el Partido de IDA de la Segunda Ronda del Torneo del Interior 2011.
Sin goles y con poco fútbol para ambos, Estudiantes y Vélez Sarsfield de San Ramón igualaron 0 a 0 en el marco del partido de IDA de la Segunda Fase del Torneo del Interior 2011.
El partido, que se jugó en el estadio Roberto "tito" Molinari donde los del Barrio de Huaico Hondo oficiaron de local, fue parejo en los primeros minutos pero conforme fueron pasando las jugadas ambos equipos intentaron buscar la primera diferencia en el marcador.
Sin embargo y pese a las acciones ofensivas que propusieron en los primeros 45 minutos, ninguno de los dos equipos lograron marcar un gol. La mejor chance de la primera etapa estuvo en los pies de Wilson Morales Oller pero Franco Farías salvó en la línea.
De cara al segundo tiempo, tanto Valoy como Donaires movieron el banco de suplentes para intentar cambiar la historia aunque el partido careció de un protagonista nato y la paridad siguió en el juego. Vélez volvió a ser el más incisivo en ofensiva pero seguía careciendo de eficacia.
Estudiantes también estuvo cerca pero se topó con la férrea defensa del elenco de San Ramón y para colmo de males, se complicó con la salida de Mario Agüero por expulsión.
Pese a todo, el marcador no se modificó y el empate le sentó bien a un partido parejo que por ahora no dice nada a la hora de mostrar un posible clasificado a la siguiente fase. La historia continuará en 7 días...
Fuente: ABCDeporte.com.ar
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Ser bandeño
Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.
Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.
El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.
Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.
Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.
Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.
Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.
Autor: Mariela Lizondo
Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.
El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.
Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.
Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.
Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.
Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.
Autor: Mariela Lizondo
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