jueves, 31 de marzo de 2011

Gestionan la transferencia de un inmueble a favor de Acela

La senadora Ana Corradi de Beltrán, presentó en el Congreso de la Nación un proyecto de ley.
Foto: Web
La senadora Ana María Corradi de Beltrán, presentó un proyecto de ley en el Congreso de la Nación, cuyo objetivo es transferir a la Municipalidad de Santiago del Estero, un predio perteneciente al Estado Nacional, más precisamente al INA (Instituto Nacional del Agua), con la condición de que la Comuna destine el inmueble a Acela (Asociación de Asistencia al Celíaco Argentino).
Al respecto se informó que el inmueble, ubicado en las calles Lamadrid y Santa Fe, de ciudad Capital, consta de una superficie de 203 metros cuadrados y actualmente pertenece al INA, aunque fue cedido en comodato a Acela filial Santiago del Estero.
Se debe recordar que Acela es una institución sin fines de lucro formada por padres y pacientes celíacos que unen sus esfuerzos para tratar de hacer sustentable la vida comunitaria del enfermo y su familia.
La institución asiste a más de trescientas personas, proveyendo de alimentos a los enfermos celíacos de los alimentos correspondiente.
“Es loable la labor que realiza Acela a favor de los pacientes celíacos, razón más que suficiente para responder a la solicitud de quien era presidenta de la asociación, Florencia Rodríguez e impulsar este proyecto de ley que incluye el cargo al Municipio de ciudad Capital de destinar el inmueble a esta institución”, expresó Corradi

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo