miércoles, 27 de abril de 2011

Cadetes del Liceo Policial juraron lealtad a la bandera de la Provincia

El acto se desarrolló en ciudad Capital y contó con la presencia del gobernador Gerardo Zamora.

En la mañana de este miércoles, los cadetes de caurto año del Liceo Policial “Coronel Juan Francisco Borges” prestaron juramento de lealtad a la Bandera Provincial. El acto se desarrolló en la intersección de las calles Olaechea y Avellaneda. La ceremonia estuvo presidida por el gobernador, Gerardo Zamora.

Tras pasar revista de la formación las autoridades se trasladaron hasta el sector donde se encuentran los bustos que perpetúan la memoria del Coronel Juan Francisco Borges y Francisco de Aguirre próceres de la proeza provincial, donde se llevó a cabo el izamiento de las banderas Nacional y Provincial con los sones; Aurora de la Banda de Música, tras lo que se procedió a la colocación de ofrendas florales.

Posteriormente las autoridades se dirigieron al sector de Olaechea donde se entonaron las estrofas del himno nacional y el Himno Provincial que fue cantado por Fabián Mojes.

Luego y con motivo de cumplirse el 1º Aniversario de la creación del Cuerpo de Patricios Santiagueños, el comisario Jorge González recibió de manos del gobernador Gerardo Zamora una placa recordatoria.

Por último se adoptó el dispositivo correspondiente a través del cual los cadetes del cuarto año del Liceo Policial “Cnel. Juan Francisco Borges” y tras la arenga efectuada por el director de ese instituto de formación policial, el comisario César Osvaldo Navarrete, prometieron Lealtad a nuestra enseña provincial, en un marco colmado de gente y familiares que se dieron sita para presenciar este acontecimiento.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo