sábado, 16 de abril de 2011

El Colegio Héroes de Malvinas celebró sus 20 años de vida institucional

El acto se desarrolló este viernes. Bajo el lema “Educar para ser libres”, la comunidad educativa continúa trabajando en procura de transformar la sociedad.
Desde hace dos décadas, el colegio viene formando a las nuevas generaciones. (Foto La Banda Diario).
La comunidad educativa del Colegio Héroes de Malvinas, festejó por anticipado sus 20 años de servicio a la enseñanza. Por tal motivo, este viernes se llevó a cabo un acto en las instalaciones del local educativo.
En diálogo con La Banda Diario la profesora Rita Rodini (rectora del Colegio Héroes de Malvinas) comentó, “en realidad nuestro aniversario es este sábado, pero este viernes concretamos un acto y todo se enmarca dentro de un proyecto institucional que se inició en marzo de este año”.
Sobre este punto la docente añadió, “los objetivos planteados es trabajar el sentido de la pertenencia, la identidad institucional, no sólo con nuestros alumnos y docentes sino también la comunidad bandeña dado que es aquí donde hace 20 años formamos nuevas generaciones”.
Por otra parte destacó, “este proyecto abarca la capacitación y formación docente en servicio y diferentes salidas y propuestas con la participación de alumnos y docentes”.
A lo largo de estos 20 años, el colegio tuvo un crecimiento cuantitivo y cualitativo, ”en la actualidad contamos con alrededor 650 alumnos, más de 80 personas que integramos el cuerpo docente, administrativo y de maestranza”, especificó Rodini.
Luego agregó, “también crecimos a nivel institucional desarrollando proyectos interinstitucionales, curriculares de áreas y disciplinarias que tengan que ver siempre con la mejora de la persona humana; hemos desarrollados procesos de socialización de los chicos, logrando que nuestro colegio Héroe de Malvinas se vaya insertando en la comunidad con propuestas que ayuda al crecimiento”.
Finalmente la rectora del establecimiento manifestó, “el colegio hoy es una construcción colectiva basada en nuestro lema “Educar para ser libre” ya que tenemos la convicción que la educación es la herramienta por excelencia que nos permite transformar a la sociedad”.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo