sábado, 16 de abril de 2011

El procedimiento se llevó a cabo en un domicilio ubicado en calle Cervantes norte del barrio San Martín.

Desde los primeros minutos de este viernes, los trabajadores decidieron realizar un paro. La decisión fue tomada porque no hubo un acuerdo en el aumento salarial.
Luis Sández, señaló que la medida de fuerza continuará hasta que se arribe a una solución. (Foto La Banda Diario).
Desde los primeros minutos de este viernes, los desmotadores están llevando a cabo una medida de fuerza por tiempo indeterminado. La decisión fue tomada debido a que no llegaron a un acuerdo por un aumento salarial.
En diálogo con La Banda Diario el secretario general del Sindicato de Aceiteros y Desmotadores de Algodón Luis Sández comentó, “días pasados hemos mantenido, en la provincia del Chaco, reuniones con empresarios e inclusive con el gobernador Capitanich. Allí nos realizaron un ofrecimiento de 3.800 pesos y nosotros pensábamos que se podía arribar a un arreglo, ya que la diferencia era mínima teniendo en cuenta que los trabajadores pretendemos un básico de  $4000″.
Más adelante agregó, “sin embargo el jueves nos reunimos en Buenos Aires, y los asesores de los empresarios llegaron con un mandato y nos ofrecían 13 pesos la hora. Nada que ver con lo que habíamos hablado; ante esta situación decidimos ir a una medida de fuerza”.
Sández expresó que la medida de fuerza se extenderá hasta que se consiga una solución por el tema salarial, “nosotros buscamos una recomposición salarial ya que los sueldos de los compañeros es muy bajo”.
También manifestó, “el próximo lunes habrá una nueva reunión en Buenos Aires, esperamos poder arribar a una solución que beneficie a todos los compañeros”.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo