martes, 26 de abril de 2011

Fabrica antena que potencia la señal de teléfonos celulares

El artefacto fue creado por el ingeniero Luis Orlando Umlandt. La idea del profesional es donar su invento al Centro Amigos del Ciego, para que ellos lo fabriquen y comercialicen.

Recientemente el ingeniero Luis Orlando Umlandt desarrolló una antena de tipo reflector parabólico que aumenta la señal de los teléfonos celulares.

En diálogo con La Banda Diario el profesional comentó, “desde hace un tiempo que vengo desarrollando este trabajo, teniendo en cuenta los problemas de comunicación que suele suceder por la baja señal en los teléfonos celulares”.

Agregó, “a partir de allí comencé a probar hasta que logré alcanzar el objetivo. Para armar la antena he necesitado de elementos sencillos como por ejemplo una lata de conservas de 12 cm de alto por 10.5 de diámetro; un pedazo de fibrofacil; abrojo; dos cubos de telgopor y un metro de alambre fino galvanizado”.

El ingeniero Umlandt destacó, “este artefacto ha sido probado satisfactoriamente en distintos lugares donde la señal de los teléfonos celulares era baja. Básicamente la antena concentra las ondas de telefonía celular en un punto llamado foco, si se coloca el teléfono celular o el módem inalámbrico en ese sitio, la señal se incrementa notablemente. De esta forma está garantiza la recepción de mensajes de textos, como así también la recepción de las llamadas”.

Finalmente el pofesional comentó, ”mi idea es donar este invento al Centro Amigos del Cielo de Santiago del Estero, para que las personas que concurran a ese lugar lo puedan fabricar y comercializar tal como lo vienen haciendo con escobillones, bolsas de cartón, etc”.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo