sábado, 16 de abril de 2011

Promulgaron la Ley del Día Nacional del Folclorista

El proyecto fue presentado por la senadora Ana Corradi.
En la jornada de este viernes, más precisamente en el boletín oficial fue publicada la Ley 26.665 que deja instituido oficialmente al 29 de mayo como el “Día Nacional del Folclorista”  en homenaje al natalicio de Andrés Chazarreta.
Cabe recordar que el proyecto fue presentado el año pasado por la senadora Ana María Corradi de Beltrán  en respuesta a distintos pedidos recibidos por la legisladora y conto con el apoyo y adhesión de colegas y artistas de renombre. como así también de numerosas instituciones, programas radiales y televisivos, de asociaciones culturales y literarias, y de SADAIC, entre otros, logrando la media sanción en la Cámara Alta.
En aquella oportunidad, al comenzar la exposición del tema, la legisladora Corradi pidió que ingresaran al recinto los artistas Cuti Carabajal, Martín Paz y Onofre Paz, de los Manseros Santiagueños, Ramoncito Alvarez,  Vitillo Abalos, íconos  del folclore argentino, entre otros músicos, que entonaron el himno de Santiago del Estero “Añoranzas” al ritmo y compas de los aplausos de todos los senadores.
“Estoy muy feliz de haber podido cumplir el sueño de todos los santiagueños que anhelábamos tener este reconocimiento. Creo que es un aporte valiosísimo  para la cultura de nuestro país, siguiendo el ejemplo de Andrés  Chazarreta que se valió de todas las raíces argentinas para contrarrestar toda la influencia extranjera”, expresó Corradi.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo