miércoles, 6 de abril de 2011

Senadora Corradi solicita un informe sobre las presas Cabra-Corral y Tunal

Debido a la crisis hídrica por la que atraviesa la provincia.
En virtud de la crisis hídrica, que atraviesa cada año la provincia y sus repercusiones en toda la población producidas por los desbordes del Río Salado, la senadora Ana María Corradi de Beltrán solicitó al Poder Ejecutivo Nacional, a través de un Proyecto de comunicación, un informe acerca de la Presas Cabra-Corral y Tunal las cuales desagotan sus aguas en la provincia.
“El objetivo es que la Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación  informe si los convenios firmados entre las provincias de Salta y Santiago del Estero, en relación a la cota de agua pautada para las presas Cabra-Corral y Tunal se está cumpliendo y si el ORSEP, que es el organismo regulador de seguridad de presas ha adoptado alguna medida ante los últimos desbordes del río Salado”, expresó la legisladora.
Las Presas hídricas Cabra-corral y Tunal están concesionadas por distintas empresas hidroeléctricas. A ellas les compete la función de regular las cotas, analizar los valores y manejar las derivaciones pautadas en los manuales de operación de las presas. No obstante ello, el Gobierno Nacional a través de la Secretaría de Recursos Hídricos tiene la función de controlar que los valores arrojados por las concesionarias sean los correctos
La infraestructura realizada en la zona con el fin de mitigar el excesivo caudal de los ríos no impide que diferentes pueblos de Santiago del Estero sigan sufriendo el flagelo de las inundaciones año a año.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo