domingo, 12 de junio de 2011

“El Colegio Mater Dei no promueve la presentación de buzos o camperas”

Así lo expusieron las autoridades de la institución a través de una nota. Postura en torno a las acciones de los alumnos.

Los estudiantes durante el recorrido que realizaron en la plaza Manuel Belgrano.

Autoridades del Colegio Mater Dei, a través de una nota expusieron su postura en torno a la presentación de camperas de los alumnos de la institución.

“Amerita aclarar que en el grupo de alumnos no partió del establecimiento escolar puesto que la totalidad de los mismos se encontraban ausentes, ni si quiera lo hicieron desde la vereda del mismo. A su vez, tampoco ingresaron al establecimiento en ningún momento y bajo ninguna circunstancia.

Al mismo tiempo queremos dejar en claro que el Colegio MATER DEI no promueve la presentación de buzos y/o camperas que identifican a la misma, en consecuencia, todos los problemas o inconvenientes que se originan a partir de esta modalidad son ajenas a las instituciones educativas y responden a intereses mercantilistas que llevan a los alumnos a generar alteraciones en espacios públicos , lo cual implica que se deben tomar medidas desde la justicia debido a que las resoluciones de los organismos oficiales no dan resultado y siguen generando graves problemas en las instituciones educativas: pérdidas de tiempo en actividades áulicas, exposición riesgosa de los alumnos (uso de pirotecnia),expresiones ofensivas a personas e instituciones.

Es de remarcar también que nuestra institución trabajo de manera sostenida desde el año 2008 en el Proyecto Interinstitucional “Camperas que Abrigan Esperanza” con excelentes resultados. En virtud de ello es que cada vez que una institución nos visita presentando su campera, se los recibe cordialmente brindándoles la contención necesaria para ese momento y siempre y en todos los casos nuestros alumnos en compañía de docentes y autoridades saludan a los visitantes desde el hall de entrada de la institución. Ello significa que somos testigos del actuar de los adolescentes y en más de una oportunidad hemos sido receptores de agravios por el hecho mismo de encontrarnos presentes.

Recalcamos que en el presente período lectivo tratamos de negociar con los alumnos de los distintos establecimientos a través de un nuevo proyecto (“Sembrando Valores en nuestra Ciudad”)generado por las autoridades de las distintas instituciones educativas de la ciudad de La Banda, para que se modificase esta tradicional presentación, no pudiendo llegar a un acuerdo satisfactorio”.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo