martes, 20 de marzo de 2012

La Comisión de Mujeres del Centro de Comercio e Industria fue distinguida por el Concejo Deliberante

La Comisión de Mujeres del Centro de Comercio e Industria recibió una condecoración en el Concejo Deliberante bandeño  durante una ceremonia  que se desarrolló por el Día Internacional de la Mujer.
El acto se llevó adelante durante un cuarto intermedio de la sesión ordinaria de este martes, oportunidad en que los ediles  dieron paso a la entrega de distinciones a destacadas mujeres de la ciudad de La Banda.
El presidente del Concejo Deliberante, Luis Daud, junto a la Comisión de Moralidad y Cultura fueron los encargados de entregar la distinción a integrantes de la 1° Comisión de Mujeres del Centro de Comercio e Industria, encabezadas por su presidente Stella Maris Gallegos.
En la ocasión, Stella Gallegos dirigió unas palabras a los presentes: “Este espacio se conformó el año pasado tras la visita de la vice-presidente de Mujeres CAME  y a través de él fomentamos  la capacitación de la mujer  para permitir su plena inserción en la actividad económica con igualdad competitiva”.

“La idea es que todas pueden ser parte de esto –continuó-  las profesionales, las que se dedican a un oficio, las comerciantes y quienes tienen en mente un emprendimiento, sólo deben animarse y participar”.

Orgullo
La profesora Dolores Sánchez Díaz, integrante de la Comisión de Mujeres del CCI también recibió una distinción por su aporte al arte y la cultura, a través de su personaje “La Jishu”, una simpática chipaquera bandeña que relata sus vivencias.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo