lunes, 7 de septiembre de 2015

Llegó Darren Phillip: "Vengo a dar lo mejor de mí"

Este lunes, arribó a Santiago del Estero el extranjero Darren Douglas Phillip para completar así el plantel profesional de Olímpico de La Banda. 

El interno, que ya jugó en el país para Progresista de Villa Ángela, Quimsa y Sionista de Paraná se mostró muy contento por esta oportunidad que le brinda el Negro de sumarse a sus filas y continuar así en la Liga Nacional a pesar de haber recibido ofertas de otros lugares. 

“Vengo a dar lo mejor de mí, como siempre ofrezco el corazón y mi profesionalidad para que se alcancen los objetivos planteados”, comentó.

Al referirse a su decisión de tomar la opción de Olímpico, el ala pívot que viene de jugar en Puerto Rico para Leones de Ponce, dijo al Departamento de Prensa de la institución: “Sin dudas que la afición de Olímpico contagia a cualquiera, yo tuve la oportunidad de enfrentarlos y realmente se hacen sentir con pasión y amor, tienen ese sentimiento y espíritu del básquet callejero que llevo bien adentro y que tan orgulloso me siento de representar”.

Por otra parte, ponderó la organización de Olímpico “que ésta muy bien vista” y destacó al entrenador Fernando Duró como otro punto relevante para sumarse a este proyecto deportivo: “Es un entrenador que contagia, para mí fue muy importante que el coach me pidiera para integrar este equipo”.

Finalmente, “DP” elogió a sus compañeros, pero dejó en claro “que con nombres no se ganan partidos, debemos esforzarnos al máximo para conseguir lo antes posible esa química que nos convierta en un equipo”.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo