El Secretario de Hacienda de la Federación Argentina de Jóvenes Empresarios (Fedaje), Leo Bilanski estuvo a cargo de una charla informativa en el Centro de Comercio e Industria. El objetivo de este encuentro fue el de alentar la conformación de una entidad que converja a los nuevos emprendedores, que los forme y prepare para un sociedad cada vez más competitiva.
En oportunidad de dialogar con La Banda Diario el joven empresario oriundo de San Martín (provincia de Buenos Aires) señaló: “Mi visita a La Banda tiene un claro objetivo plantear un análisis sobre el rol de los jóvenes a nivel nacional, establecer que está sucediendo con estos emprendedores en Argentina, la búsqueda de créditos, herramientas y otros elementos para comenzar el desafío de ser empresario”.
“En esta ciudad está latente las ganas de conformar un espacio de participación –continuó-y mi rol será la de acompañar a los jóvenes empresarios bandeños a hacerlo efectivo. El primer objetivo entonces, será el de coordinar un encuentro provincial ya que en la Capital ya trabaja la Cámara de Jóvenes Empresarios”.
Al consultarle sobre las características de este encuentro provincial Bilanski explicó: “La idea de este espacio es lograr que los jóvenes encuentren las herramientas que necesitan, y eso nos servirá no sólo para mejorar la empresa sino para formar a los verdaderos líderes y representantes. Queremos personas más comprometidas con su actividad y básicamente con la sociedad en la que está inmerso”.
Al plantearle a cerca de los miedos y dudas que surgen en los emprendedores al momento de iniciar su negocio, el empresario expuso que es algo natural y principalmente cuando no hay un fuerte respaldo atrás.
“La principal herramienta para emprender algo con éxito es entender que uno puede ganar plata dentro del marco de la ley; pagando impuestos, teniendo empleados bien pagos y con sus cargas sociales al día, el Estado entiende que el negocio es para todos para el dueño, para los empleados y para la sociedad en la que se mueve”, sostuvo.
Asimismo indicó: “A veces uno, en el afán de desarrollarse económicamente y más que nada por necesidad, sale a comprar o vender obviando que hay leyes impositivas, un marco legal municipal, provincial e incluso nacional; pero está demostrado que se puede emprender en la Argentina y trabajar bien; entonces el desafío a través de la Cámara de Jóvenes Empresarios e incluso el Centro de Comercio e Industria será el de formar e informar a los nóveles empresarios”
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Ser bandeño
Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.
Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.
El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.
Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.
Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.
Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.
Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.
Autor: Mariela Lizondo
Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.
El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.
Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.
Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.
Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.
Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.
Autor: Mariela Lizondo
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