miércoles, 13 de abril de 2011

Directivo bandeño será veedor del Pachuca de México en Argentina

Se trata de Mario Cáceres. Además, en junio viajará junto a Curi Salvatierra quien será probado en la entidad mexicana.
Mario Cáceres (centro) durante una práctica con los chicos de las divisiones formativas del Club Atlético Banfield. (Foto La Banda Diario).
En las últimas horas, el director técnico y presidente del Club Atlético Banfield, Mario Cáceres recibió una interesante propuesta por parte del Club Pachuca de México. La cual consiste en ser veedor de la entidad azteca en toda la Argentina.
Al repecto el directivo en diálogo con La Banda Diario comentó, “estoy sorprendido por el llamado que he recibido por parte de los directivos del Pachuca. Es una oportunidad muy linda de trabajar en una entidad tan prestigiosa como la mexicana”.
Más adelante señaló, “desde hace muchos años que vengo trabajando en la formación de jugadores y mi actividad es conocida por varios dirigentes argentinos quienes mantienen un contacto directo con la gente de México. Es así que llegó la propuesta para ser veedor”.
Pero no todo termina allí sino que existe la posibilidad de que Cáceres se traslade a México para efectuar un curso, “esta capacitación durará al menos cuatro meses. Además, tendría la posibilidad de aportar toda mi experiencia ya que los mexicanos valoran mucho a los entrenadores argentinos y me pidieron que aporte mis conocimientos”.
En otro orden de cosas, el presidente del Club Atlético Banfield comentó, “en junio voy a viajar a México junto al jugador  Curi Salvatierra, ya que el club Pachuca le tomará una prueba durante quince días para ver si se incorpora a la entidad azteca”.

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Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo