martes, 19 de abril de 2011

Piden que el templo viejo de Santiago Apóstol sea declarado Monumento Histórico Nacional

El proyecto tomó estado parlamentario en la sesión del Concejo Deliberante de este martes.
Foto; La Banda Diario
En la jornada de este martes, tomó estado parlamentario un proyecto de resolución  a través del cual se solicita a la Cámara de Senadores se declare Monumento Histórico Nacional al templo viejo de la parroquia Santiago Apóstol.
Al respecto la concejal María Escañuela señaló, “el templo de Santiago Apóstol comenzó a construirse en 1895, por iniciativa y participación de un grupo de vecinos”.
Seguidamente añadió, “las gestiones fueron realizadas por Ramón Garay; Antonio Rosa; Pío de Domenici; Luis Grimaldi; Manuel Herrera; Domingo Retondo; Tristán Herrera; Domingo Boba; Antonio Patrizi; Santiago López; Héctor Soria entre otros”.
A la vez puntualizó que el 9 de noviembre de 1903, el obispo Pablo Padilla y Bárcena, “hizo conocer el auto de creación de la parroquia Santiago Apóstol”.
Escañuela recordó que los primeros sacerdotes fueron: Ramón Roqueta; Prudencio Areal; Adolfo Villoria y Angel Farías Leal.
La legisladora bandeña destacó, “esta institución religiosa ha sido testigo silencioso del paso del tiempo y del desarrollo urbanístico de aquel pueblo de La Banda”.
Teniendo en cuenta los considerandos, “el Concejo Deliberante solicita al Senado declarar Monumento Histórico Nacional al viejo templo de la parroquia Santiago Apóstol que en este 2011 estará cumpliendo 108 años de vida institucional”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ser bandeño

Ser bandeño, no es simplemente haber nacido en La Banda, es sentirse parte de ella, es reconocer su perfume, sus colores, su melodía, es extrañarla si se está lejos, es emocionarse al escuchar el tradicional vals interpretado por uno de sus hijos, el inolvidable Carlos Carabajal.

Ser bandeño es reconocer que se forma parte de una historia en torno a las vía férreas, habiendo caminado por el andén o visto pasar el tren desde el alto nivel, es recordar aquellas despedidas o bienvenidas en la estación, es entristecerse cuando se supo que el silbido de la locomotora dejaría de sonar o sentir el galope del corazón cuando vio que la máquina regresaba.

El bandeño, forma parte de una provincia llamada Santiago del Estero, pero aclara que es de La Banda y sería la persona más feliz si por algún decreto la ciudad fuera declarada “República” aunque fuera por una única vez.

Ser bandeño es llevar en el corazón los colores de Sarmiento, Central Argentino, Agua y Energía, Villa Unión o Banfield. Es enarbolar las banderas de Olímpico y de Tiro o sentirse parte de cada una de las instituciones que conforman esta ciudad.

Un bandeño es aquel que disfruta de las siestas al lado del balneario, de las zambas y chacareras en Los Lagos con la familia Carabajal, el que goza sus vacaciones noche a noche en La Salamanca, el que celebra la fiesta de su ciudad como si fuera propia.

Ser bandeño es tener respeto por aquellos que hicieron la historia y la cultura, es recordar a Domingo Bravo, Dino Taralli, Adela Llugdar, Blanca Irurzum, Nelly Orieta, Apalo Villalba, Martín Rodríguez, Pablo Raúl Trullenque, Cristóforo Juárez y tantos otros que dejaron un lazo que lo une a lo autóctono y a su sentir.

Ser bandeño no es una cuestión simple, es llevar en la sangre esa tierra prometida que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, es defenderla, amarla y elegirla como el lugar en el mundo para vivir y morir.


Autor: Mariela Lizondo